Los ritos y las ceremonias
Constituyen tanto los procedimientos rutinarios de gestión de masas, como la expresión de los valores y creencias de la cultura escolar por procedimientos solemnes.
Unas veces, los ritos son los mecanismos que se han mostrado más eficaces para manejar las situaciones colectivas, como comienzo y fin de la jornada es colar o de los períodos lectivos, la entrada y salida del comedor o de cualquier acto cotidiano.
Otras veces, son formas de rutinizar el carisma de personajes trascendentes para la comunidad educativa o de celebrar acontecimientos de interés general, cultural o sociopolítico.
En ambos casos, contribuyen a conformar el ethos del centro y son un elemento importante de la cultura escolar, comportándose como parte del currículum oculto.
Los centros escolares están llenos de artefactos y objetos materiales generados o difundidos por sus principales agentes. De sus paredes cuelgan desde carteles y pósters turísticos a dibujos y manualidades, pasando por fotografías y orlas conmemorativas y cuadros de honor de alumnos distinguidos.
En sus vitrinas se exhiben trofeos deportivos ganados por equipos colegiales, junto a maquetas del centro o recursos didácticos como una colección de minerales o de mariposas. Sirven para resaltar trabajos bien hechos, personajes y paisajes del entorno, o recursos ejemplares, que ayudan a definir ese ethos o personalidad implícita. Como tales, los artefactos y objetos materiales están distribuidos por las diferentes dependencias del centro escolar (vestíbulo, recepción, aulas, pasillos, comedor y «zonas nobles») formando parte muda, pero expresiva, de esa cultura que tanto contribuye al clima del centro escolar.
Unas veces, los ritos son los mecanismos que se han mostrado más eficaces para manejar las situaciones colectivas, como comienzo y fin de la jornada es colar o de los períodos lectivos, la entrada y salida del comedor o de cualquier acto cotidiano.
Otras veces, son formas de rutinizar el carisma de personajes trascendentes para la comunidad educativa o de celebrar acontecimientos de interés general, cultural o sociopolítico.
En ambos casos, contribuyen a conformar el ethos del centro y son un elemento importante de la cultura escolar, comportándose como parte del currículum oculto.
Los centros escolares están llenos de artefactos y objetos materiales generados o difundidos por sus principales agentes. De sus paredes cuelgan desde carteles y pósters turísticos a dibujos y manualidades, pasando por fotografías y orlas conmemorativas y cuadros de honor de alumnos distinguidos.
En sus vitrinas se exhiben trofeos deportivos ganados por equipos colegiales, junto a maquetas del centro o recursos didácticos como una colección de minerales o de mariposas. Sirven para resaltar trabajos bien hechos, personajes y paisajes del entorno, o recursos ejemplares, que ayudan a definir ese ethos o personalidad implícita. Como tales, los artefactos y objetos materiales están distribuidos por las diferentes dependencias del centro escolar (vestíbulo, recepción, aulas, pasillos, comedor y «zonas nobles») formando parte muda, pero expresiva, de esa cultura que tanto contribuye al clima del centro escolar.